miércoles, 24 de mayo de 2017

Reseña: Balada de amor para un soldado (Nut)

Balada de amor para un soldado 






Idris Mackie, desde que decidió abandonar la música, vive sumergido en una desidia que le lleva a desentenderse de todo aquello que no sea pasar el rato bebiendo cervezas con sus amigos, fumar maría y disfrutar del sexo sin inhibiciones ni compromisos. Un buen día recibe una carta que contiene un Cd con una canción, y cuyo remitente es el soldado Kevin Miller, alguien que está seguro de no conocer pero que parece dispuesto a irrumpir en su anodina vida.

Amistad, sexo, soledad, amor; son algunos de los ingredientes que componen esta Balada de amor para un soldado que tiene como telón de fondo la música, ese lenguaje universal, y a la ciudad de New York como testigo silencioso de cómo dos almas a la deriva, presas de las decisiones que han marcado su existencia, se buscan sin saberlo.

Mi opinión:

¡Hola a tod@s!

Como ya sabéis, tenía una buena cantidad de reseñas pendientes, así que estoy intentando ponerme un poco al día. Hoy toca hablar de: Balada de amor para un soldado, de Nut. De esta autora ya había leído algo (Juegos de seducción) así que en cuanto tuve oportunidad me hice con este nuevo relato (en realidad fue un regalo para Sara, pero no pude evitar pararme a leerlo).

Nuestra historia comienza en un apartamento, en una escena subida de tono que anuncia, en cierta manera, lo que nos vamos a encontrar a lo largo de la novela: una historia intensa, con tintes de profundo erotismo y con unos personajes carismáticos que, pese a la corta extensión de la obra, nos harán disfrutar enormemente.
Idris Mackie, nuestro protagonista principal, es un violinista retirado que ha decidido abandonar la música: la mala relación que tiene con sus padres, sumado a un miedo visceral a no ser él mismo, provocan que deje de lado lo que más le importa en el mundo. ¿Y qué ocurre? Que Idris cambia y se convierte en una sombra del hombre que una vez fue. Sin embargo, una carta cambiará su vida, una carta sin letras que solo lleva un cd con una única canción. Y aunque al principio esta novedad no suponga un cambio en su vida, no tardará en darse cuenta de que, en alguna parte,el soldado Kevin Miller necesita un apoyo... un amigo. ¿Y quién es él para decir que no a una invitación semejante?

Como podéis ver la trama no tiene gran misterio pero, a la vez, guarda en sus letras más de uno: ¿por qué ha dejado Idris de tocar? ¿Quién es el soldado que le escribe... y por qué lo hace? ¿Y qué significan las canciones que tan regularmente llegan a su buzón? 
Lo cierto es que esta lectura me pareció fascinante. Quedé completamente cautivada por Idris (aunque al principio me pareció muy prepotente y algo frío) y terminé absolutamente enamorada de la situación en general. ¿Cómo es posible que una historia de amor que, en apariencia, solo habla de un personaje, pueda gustar tantísimo? Podríamos decir que todo el mérito es de Nut, pero mentiría vilmente, También tienen mucho que ver el crecimiento de sus personajes,la ternura que desprenden en cada página, el contexto que generan y las canciones que ambientan cada capítulo. 

Antes he dicho que la historia está contada unilateralmente, y es completamente cierto, pues solo sabremos de Kevin a través de lo que Idris piensa y habla de él (al menos durante gran parte de la novela, porque sí, el soldado termina por aparecer). Este tipo de narración me ha parecido francamente interesante, pues nos enseña a conocer a un personaje por lo que se piensa de él, y no por su verdadera realidad. Por eso el momento en el que finalmente Idris y Kevin se conocen es tan impactante, porque las impresiones no cuadran con lo que nosotras habíamos previsto. 
La narración, en líneas generales, es lineal y mantiene un ritmo pausado y suave, pero que genera un interés progresivo que termina estallando en un buen final (algo abierto para mi gusto. No es que deje ningún cabo sin atar, pero sí te deja con ganas de saber más, de saber cómo fue el encuentro que se anuncia).

Los personajes son, simplemente, geniales. Nut siempre se ha destacado por escribir sobre homosexuales, pero no por ello cae en clichés y tópicos. Cada personaje destaca por sí mismo y hace que todos los demás brillen, ajenos a su orientación sexual (he querido hacer mención en este punto porque he leído muchos artículos y muchas novelas que hablan sobre la estigmatización de la orientación sexual, es decir, que parece que el único problema que tiene ese personaje en cuestión es su sexualidad y nada más). Mi preferido, curiosamente, no ha sido Idris (aunque lo quiero muchísimo) sino uno de sus mejores amigos... que para mí no solo representó la amistad, sino mucho,muchísimo más. 

En definitiva, Balada de amor para un soldado es, sin duda, un nuevo acierto de Nut. A pesar de la brevedad de su obra está llena de erotismo,romance, amistad, ligeros toques de humor y una dulce profundidad que nos robará más de una sonrisa.
Muy, muy recomendable.

Escena favorita:

El primer beso de Kevin e Idris. Me faltó poco para gritar :D

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martes, 23 de mayo de 2017

Reseña: ¡Te voy a comer, caramelito! (Mertxe López Serrada)

¡Te voy a comer, caramelito!


Tom es joven, guapo y rico. Samantha es tremendamente eficiente en su trabajo. Tom es su jefe. Samantha es invisible a sus ojos. Hasta que algo hace que todo aquello cambie. Si antes ella era invisible, ahora no se la puede quitar de la cabeza... pero Tom tiene un secreto. ¡Te voy a comer, caramelito! es una historia de amistad verdadera, amor y deseo que te va a hacer disfrutar, reír y querer formar parte de sus vidas, ¿te atreves?

Mi opinión:

Llegué a esta novela hace un tiempo, recomendada por la misma autora. Aunque en un principio la sinopsis no me llamó demasiado la atención, decidí darle una oportunidad, porque, como siempre digo... todo libro merece una oportunidad y más.

En "¡Te voy a comer, caramelito! nos encontramos con una historia cómica, algo absurda en algunos puntos y con una gran dosis de erotismo. La historia nos cuenta la historia de amor entre Tom y Samantha, Jamie y Meg y en última instancia, un fragmento de la historia de Jhon (un amigo de la protagonista).
El inicio de la novela es rápido y contundente, ya que nos presenta inmediatamente a casi todos los personajes y sus maneras de actuar. Técnicamente la historia se centra en Samantha, la protagonista principal, pero pronto descubriréis que en ocasiones pasa completamente desapercibida. De hecho, nada más empezar, perderá el protagonismo en pos de su mejor amiga: Meg, cuya historia también es enrevesada, en algunos puntos extraña (el principio sobre todo. Debo reconocer que, al empezar a leer, no pude creerme algunas escenas) y muy cómica.
Pero volvamos a centrarnos en la trama. A grandes rasgos la historia de Samantha nos habla de una historia de amor tópica, pero no por ello menos deseable: el amor de una joven hacia su jefe. Tom es atractivo, un mujeriego de mucho cuidado y considera a Samantha como poco más que su hermana pequeña. Esto provoca, evidentemente, una gran desazón en nuestra protagonista pues no cree poder aspirar a nada serio con él.
Pero no será así. Cansada de sus lamentos, Meg (tela con Meg), organizará un cambio de look para su mejor amiga, con la idea de provocar a Tom y hacerle ver que, en realidad, tiene todo lo que necesita delante de sus ojos.
A partir de aquí veremos una sucesión de escenas clásicas de tira y afloja, en la que se verán inmersos otros personajes que servirán para añadir cizaña a la relación.

En lineas generales la trama principal podría resumirse así, pero también es cierto que el libro está conformado de tal manera que los demás protagonistas también tienen un escalón considerablemente importante, así que también haré mención a Meg como personaje principal y hablaré de su historia. Como habréis supuesto, Meg representa no solo la amistad (Jhon también se incluye en este apartado) sino también nos habla de la fuerza de voluntad, el absoluto descaro y la libertad de expresión (creedme es un personaje a la que no le importa nada decir lo que piensa... aunque para ello tenga que dejar escapar más tacos que palabras no soeces). Es un personaje muy querido en el libro, aunque a mí, reconozco, me ha puesto nerviosa en más de una ocasión. Considero que aunque el personaje pretenda ser llamativo y diferente, peca demasiado de vulgar. Además, el toque cómico que aporta a la narración a veces es demasiado irreal y eso no ha terminado de convencerme (pongo como ejemplo el momento en el que Jamie y ella se conocen. En mi opinión esa escena es extraña y no me convenció en absoluto). Aun así, sí he de reconocer que cumple con su intención y aligera la narración de Sam y Tom. Su historia, al contrario que la principal, transcurre con aparente facilidad, aunque también tendrá altibajos (y si no, pregúntale a la rubia oxigenada, ex de Jamie).

Narrativamente hablando he de decir que no ha terminado de gustarme. No es porque la autora escriba mal (que no es así en absoluto), sino porque he tenido la sensación casi continua de estar leyendo solo escenas sin hilvanar. Ahora un día, corte, ahora otro momento ínfimo, cambio de personaje, otro corte... y así durante las quinientas páginas del libro.  No tengo inconveniente en meter alguna escena intercalada de ese tipo, pero convertir toda la narración en una continua sucesión de momentos se me ha hecho algo pesado. Sin embargo, sí que debo admitir que la ambientación está muy lograda: las descripciones son buenas, ni demasiado largas ni demasiado cortas, y consiguen transportarte con facilidad al interior del libro.
La pluma de Mertxe es ágil, rápida y concisa, no se enrolla demasiado en los detalles (exceptuando alguna ocasión) y hace de la lectura un entretenimiento. En cuanto a las escenas sexuales, son muy abundantes y en ocasiones se hacen pesadas (no por la calidad, que conste, sino por la cantidad), aunque son excitantes y algunas muy románticas.

Como dato extra, hay que mencionar el final abierto que la autora ha decidido dejar. He hablado poco de los personajes secundarios, y aprovechando que el final tiene que ver con uno de ellos, voy a hacerlo: Tom es el protagonista masculino, pero salvo un detalle que surge al final de la novela, no tiene nada destacable: es guapo, simpático y tiene suerte con las mujeres. Algo así le pasa también a Jhon, que quitando el último dato, posee las demás cualidades de Tom. Eso sí, solo sirve para ser el paño de lágrimas de sus dos amigas. Hay alguna mención en el libro que habla de un posible enamoramiento hacia Sam, pero lo hace de manera esporádica y muy poco clara. Sin embargo el final (muy abierto y confuso) parece tener algo que ver con el propio final de Sam, lo que me hace pensar en una posible segunda parte... que al menos explique qué ocurrió antes y qué ocurrirá después.

En resumen, "¡Te voy a comer, caramelito! es una novela entretenida, con algunas escenas de romance realmente bonitas y con un humor que, a veces, se hace pesado y que cuesta digerir. Por lo demás, recomendable.

Escena favorita: 

Cuando Sam se da cuenta de que algo ocurre con Tom y decide mandar a la mierda su vida de aparente ensueño.

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lunes, 8 de mayo de 2017

Reseña: No me llames amor (Kelly Dreams)

No me llames amor



Esa noche, Zackary Lander solo tenía en mente dos cosas: pedir una pizza y olvidar el maldito día que había tenido. Sin embargo, cuando llamaron a su puerta no fue el repartidor al que encontró, sino a una ahogada gatita que estaba dispuesta a servirse sus huevos en una bandeja.
Kimberly Ortega era un imán para los problemas. Si le quedaba alguna duda al respecto, quedó inmediatamente despejada en el momento en que llamó a la puerta y empezó a insultar… al hombre equivocado.
Un encuentro fortuito, un malentendido y la más rocambolesca de las situaciones los llevó a conocerse en el momento menos pensado.
Si el amor llama a tu puerta, ¿le dejarías entrar?

Mi opinión:

Hace tiempo que conozco a la autora y aunque no he leído muchas cosas de ella, sí es cierto que me enamoró con su Agencia Demonía (sí, Nisha Scail y ella son la misma autora). Así que en cuanto tuve la oportunidad compré este primer volumen... dispuesta, de lleno, a meterme en otra serie (Club Erotic Memories).

Para empezar diré que es una historia corta y sencilla. Sus 236 páginas nos narran la historia de Kimberly, una joven sorda y muy independiente que hará lo que sea necesario, no solo para seguir adelante, sino también para demostrarle a su hermano que ella es capaz de absolutamente todo... y sin apenas ayuda de nadie.
Este carácter intenso y altamente explosivo también lo conocerá (y muy pronto, creedme) el protagonista masculino de esta historia: Zack. Porque, ¿a quién se le ocurre llamar a la puerta de un extraño... para insultarle gratuitamente? ¡Pues, voilá! Ahí tenéis el primer encuentro. Uno lleno de sonrisas para los lectores, pues es imposible no reír ante una situación así. 

Como podéis ver, el inicio de la novela está repleta de acción, una acción que se pierde un tanto a lo largo de las siguientes páginas, porque aunque es cierto que la novela es muy entretenida (amor, sexo y muchas situaciones divertidas), sí que eché de menos un conflicto real en el que se vieran en un aprieto (solo hay una breve mención a un posible problema, pero se soluciona con sencillez y pasa bastante desapercibido). Aun así, la novela sirve para pasar un buen rato, porque está bien escrita, es ágil y los personajes tienen un buen trasfondo. A veces, en mi opinión, pecan de repetitivos (por ejemplo con el tema de <<no me llames amor>>, al principio es gracioso ver de dónde sale el título del libro pero, a medida, que se repite prácticamente en cada encuentro, resulta ligeramente cargante).

Otra de las características propias de esta novela, aparte de la acción y la rapidez, es la sensualidad. Solo he leído otro libro de la autora, como ya he dicho, pero puedo reconocer en ella una profunda facilidad para recrear escenas tórridas y llenas de erotismo. Sí, son sencillas, pero no hace falta complicarse para tener una buena escena de sexo, que es lo que ella consigue en apenas unas líneas. Resulta refrescante y divertido, a la par que excitante. Debo decir, también, que no hay muchas escenas en esta novela: solo las justas y las necesarias para mantener ese aroma a sexo durante gran parte del libro, y que no llega a saturar en ningún momento.
Supongo que es también, en cierta medida, gracias a los personajes. Kimberly es una mujer muy independiente, no solo ya en su vida privada, sino también en el tema sexual: sabe lo que quiere, cómo lo quiere, y cuándo lo quiere. Y será, precisamente, Zack el que tendrá que amoldarse a lo que ella quiere. 
Lo cierto es que hacía tiempo que no leía un personaje femenino tan fuerte y divertido, y eso, seguramente, ha sido una de las cosas que más me han gustado de la novela. 


En definitiva, <<No me llames amor>> ha resultado ser un inicio potente y atrayente, algo corto, sí, pero con buena calidad y francamente divertido. No busquéis una gran trama detrás, pero sí tiempo para saborear sus pequeños matices. Muy recomendable para una tarde.

Escena favorita:

Sin duda alguna, el principio. Me resultó muy, muy gracioso que Kimberly entrara en la vida de Zack como un jodido terremoto. Genial. 

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