miércoles, 11 de mayo de 2016

Reseña: La usurpadora (Louise Cooper)

La usurpadora 






Tanto los dioses como los mortales se han olvidado de Ygorla. Y ese error podría costarles la pérdida de sus mundos. La hija del demonio ha alcanzado la mayoría de edad... y el mundo tiene una nueva y terrible emperatriz.
Mientras las provincias caen una a una ante el poder de Ygorla, los adeptos del Círculo descubren que ni siquiera su magia puede detener a la usurpadora. Por eso deben romper un largo silencio e invocar a los dioses para que acudan en su ayuda.
Pero ¿qué dioses? El Sumo Iniciado es el único que puede decidir entre el Orden y el Caos. Su hermana, Karuth, teme que su juicio no sea fiable. Pero si se opone a él, su alma estará en peligro, y ése es un riesgo que no se atreve a correr. Hasta que el Caos en persona entra en contacto con ella...

Mi opinión:


Bueno, bueno, bueno... por fin llega la reseña de la segunda parte de esta trilogía. Hace tiempo ya que la terminé, pero entre unas cosas y otras no he tenido tiempo (ni ganas, para que mentiros) de subirla. Pero hoy, que por fin hace sol, me he levantado dispuesta a comerme el mundo. Así que ¡allá vamos!

En esta segunda parte de la historia, conoceremos mucho mejor a Ygorla, hija de un demonio y una humana, y sus intenciones: conquistar el reino mortal y dejar el reino del caos a su padre. Para ello, se instalará en la Isla del Verano y empezará a sacudir el mundo con su reinado de terror absoluto (creedme, está muy mal de la cabeza). Asesinará al Alto Margrave, torturará a sus siervos y mandará diferentes mensajeros a los margraviatos para pedir la rendición absoluta de todas y cada una de las comunidades del mundo. Esto incluye, por supuesto, a la Península de la Estrella.

¿Y quién está a su lado aparte de su querido padre? ¡Tachán! Sí, amigos míos, Strann, el narrador de historias. Al ser un cobarde y desear por encima de todo vivir, pondrá a su servicio su afilada lengua y sus artes para componer. Aunque al principio choque mucho este cambio de guión, a medida que vayamos avanzando en la lectura, comprenderemos que Strann odia a Ygorla más que nadie, dada las humillaciones y venganzas que se toma contra él. Este personaje, a pesar de ser aparentemente secundario, tomará mucha fuerza en este libro y el siguiente ya que, a partir de determinado suceso (no voy a contarlo para no hacer spoiler) será él quien pida ayuda a Yandros. (La escena en la que lo hace es francamente buena, es imposible contener una sonrisa y un suspiro de alivio).

Por otro lado, las tramas siguen creciendo: en el norte, en la Península de la Estrella, el Círculo se ve sometido a una dura prueba al recibir uno de los mensajeros de Ygorla. Verán, estupefactos, que poco pueden hacer para someter a sus demonios. Esto llevará, por supuesto, a un enfrentamiento brutal entre Karuth y Tirand, que verán como sus diferencias crecen de una manera asombrosa: el Círculo renegará de su lealtad al Caos... y Karuth se verá limitada por el poder de su hermano. 

Hasta aquí es lo que puedo contar. Como siempre, he quedado absolutamente fascinada por la novela, como ya hice con la anterior. Me parece que las tramas son complejas, pero tan bien asentadas que es muy fácil seguirlas. Sin embargo, para mi gusto, no son las tramas lo mejor de la novela (y mira que son buenas) si no la fantástica construcción de los personajes. Strann, por ejemplo, que a todas luces debería ser un personaje que nos desagradara, nos encanta y sufrimos por él (lo pasa muy, muy mal en la corte de Ygorla). Tirand, que debería ser lo contrario (un hombre bueno y agradable) nos termina por desagradar en ocasiones. No ocurre lo mismo con Karuth, que permanece tan pura y genial como al principio (en serio, me gusta mucho ese personaje).
En cuanto a Ygorla... a pesar de ser la "mala" en el libro, es un personaje muy carismático, a pesar de toda la maldad que la rodea. Al verla crecer libro a libro, no puedes evitar sentir cierta empatía por ella, aunque no sea sana. No ocurre igual, por ejemplo, con los Dioses del Orden, a los que odiaréis en cuanto aparezcan. (Son la versión de Hitler 2.0) Y ya que estamos, os preguntaréis... ¿no deberían ser esos los Dioses del Caos? ¡Pues no!

A pesar de que las intervenciones divinas son escasas, al menos en este libro, no tardemos en ver quien es realmente el "bueno" y el "malo". Los Dioses del Orden son mucho más estrictos y buscarán, en cuanto se enteren, la manera de destruir a sus parientes del Caos. No ocurrirá lo mismo con Yandros y sus hermanos (ay, Tarod *_*) que al tener las manos atadas, se les verá mucho más pacientes y comprensivos.

El final del libro es espectacular y hará que cojáis el siguiente con más ganas aún. Un pequeño avance de este último libro: dos dioses bajarán a la Tierra. BRUTAL. 

En definitiva, aunque este libro se me ha hecho un poco más lento que el primero (tiene mucha historia que contar) me ha fascinado. No solo por el desarrollo de la tramas, sino por la cruel imaginación que tenía su autora al describir los horrores de Ygorla, que son, francamente, muy desagradables y fascinantes a la vez. En mi opinión, la saga es muy recomendable y con este libro, lo confirma. Debéis de leerlo.

Escena favorita:

Sin duda alguna cuando Yandros se presenta ante Strann. Es tan mono...:p

¿Dónde podemos comprarlo?


Esta vez, en la casa del libro. ¡Aquí



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