lunes, 24 de diciembre de 2018

Serie: Sherlock

Sherlock 



En esta versión contemporánea sobre las historias del detective Sir Arthur Conan Doyle. El Dr. John Watson es un veterano de la guerra de Afganistán y conoce al brillante, Holmes cuando Holmes coloca un aviso buscando un compañero de apartamento.

Mi opinión:

Simplemente brutal. Así. Tal cual. 
Podría terminar mi opinión aquí y sería suficiente, pero supongo que queréis que os hable un poco más de esta maravillosa serie.

Todos, seamos lectores o no, conocemos a Sherlock Holmes y John Watson. Las aventuras de esta pareja son irremediablemente famosas, y han sido llevadas varias veces a la gran pantalla. A pesar de que la historia original está ambientada en 1887, en esta versión de la BBC veremos una reinterpretación de los casos originales: estudio en escarlata, los sabuesos de Baskerville, la caída del Reichenbach y otros más, dividos en cuatro temporadas de tres largos episodios cada una.

Nuestra historia comienza con el mítico primer encuentro entre los personajes principales. El regreso de Afgnistán de John y la necesidad de Sherlock por tener un compañero de piso, les lleva a ambos a meterse de cabeza en la investigación de varios suicidios en serie.
En este primer capítulo se bosqueja de manera muy acertada cómo son ambos personajes con el resto del mundo (y esto es importante porque a medida que veamos más capítulos veremos como la relación de Sherlock y John es completamente diferente a como se comportan con los demás). Hay que hacer especial hincapié en Sherlock, evidentemente, pues nunca se ha denifido por ser una persona amable y cordial. Por el contrario, una de sus mejores caracterísicas (aparte de su extraordinaria capacidad de deducción) es, precisamente, la de ser un psociópata en potencia.

La serie se desarrolla entre diferentes investigaciones, que se despliegan con muy buen ritmo. A pesar de que cada uno dure una hora y media, el ritmo no decae en ningún momento, y siempre hay un hilo conductor que desemboca en el final de temporada.
Los casos, como ya he dicho, son interpretaciones modernas de los escritos por Arthur Conan Doyle, pero es cierto que guardan muchísimas similitudes (que te arrancan una sonrisa si has leído los libros).
Y, sin embargo, no es esto lo que más fascina de la serie.

Si hay algo que destacar en Sherlock es, precisamente, su protagonista. Interpretado por Benedict Cumberbatch es OBLIGATORIO ver la serie en su idioma original. La maestría de este actor es envidiable, y os juro que hay escenas en las que, sin hablar, dice muchísimas cosas. Además, la ternura que produce al enfrentarse a un mundo que no le comprende es impresionante, y estoy segura de que pocos actores podrían enfrentarse a un reto así. (De hecho, os invito a ver el siguiente vídeo, donde Sherlock hace una muy rápida deducción).

¿Quién no podría admirar a este señor?



Al margen queda incluso el hecho de que yo esté obsesionada con la relación Sherlock-John. Antes de nada recalcar que no, no son gays, pero hay una cantidad de escenas tan intensas entre ellos, que yo estaba DESEANDO que lo fueran.
Jamás he visto una relación de amistad tan sólida, tan bien llevada, tan hermosa. De hecho, es una historia dentro de la historia, que ha dado para cientos de ilustraciones y cientos de teorías. Y es que sí... no puedes evitar ver la serie y no desearlo.

Visualmente hablando, la serie es preciosa. Tiene planos acojonantes (como en el capítulo de la caída del Reinchebach) y otros que hará que se nos rompa un poco el corazón. (Y sí, chic@s, yo he llorado como una magdalena en más de una ocasión). Como ya he dicho antes es una historia aparentemente sencilla, pero muy compleja a la hora de analizar todos los detalles. Es fácil de seguir, muy adictiva y con un elenco deslumbrante.

¿A qué esperáis a verla? 



¡Os dejo el trailer del capítulo especial de Navidad! *_* 


No hay comentarios:

Publicar un comentario