Reseña: La llama y la flor (Kathleen Woodiwiss)

La llama y la flor.

Un intento de violación marca para siempre la vida de Heather. Al verse acosada por su agresor, lo hiere de muerte. Horrorizada, huye y empieza a vagar por las calles de Londres. Acaba en un barco, donde el capitán, confundiéndola con una prostituta, abusa de ella. Al cabo de un tiempo, Heather descubre que está embarazada, y el capitán del barco accede a reparar la deshonra tomándola como esposa. Poco a poco, el inicial recelo entre ambos da paso al afecto y madura el germen del amor. Sin embargo, el pasado acecha, presto a asestar un golpe brutal a sus sueños.

Mi opinión:

La verdad es que me ha gustado mucho. Es una historia llena de tópicos pero está tan bien llevada que nada de eso importa, porque se disfruta muchísimo de cada página.

Pero bueno, empecemos desde el principio... 

Heather es una niña, (sí, literalmente) de diecisiete años. Por causas de la vida, su estancia en casa de sus tíos no es la más llevadera, así que solo sueña con marcharse de allí y vivir otro tipo de vida. Su tía, Fanny, se lo impide en varias ocasiones, ya que la envidia que la tiene por su belleza es tal que desde que  la joven llega a su casa, la hace la vida imposible.

Sin embargo, Heather no tarda en marcharse de allí ya que el hermano de Fanny, William, la ofrece ir a Londres para trabajar en lo que, aparentemente, es una escuela para señoritas. Evidentemente, Heather acepta y es esta decisión la que realmente da paso a su aventura. Tras partir de casa de su tía, Wiliam la lleva a Londres y trata de violarla. Ella, asustada, consigue herirle con un cuchillo y, evidentemente, se da a la fuga. Su mala suerte, sin embargo, no termina ahí, ya que acaba deambulando por el puerto, donde dos marineros la confunden con una prostituta y se la llevan al barco de su capitán, el señor Brandon Birminhgam. 

Él, un comerciante astuto y muy atractivo, ve en Heather una belleza especial y no duda un solo momento en hacerla suya, a pesar de que no tarda en darse cuenta de que ella es virgen. Tras averiguarlo, decide quedársela y, literalmente, la secuestra. Es gracias a la inteligencia de Heather que consigue escapar, al menos, temporalmente. Apenas un mes más tarde, la joven se da cuenta de que está embarazada así que usa todos sus contactos en Londres para averiguar donde está Brandon, con el que, finalmente, se casa. 

No obstante, la aventura no ha hecho más que comenzar, ya que Brandon es americano y ha decidido no regresar jamás a Inglaterra. Aquí comienza verdaderamente la historia de estos dos protagonistas, que será una lucha continua por dominar la voluntad del otro. Es una historia llena de enredos, malentendidos y muchas veces, de momentos muy cómicos, pero que terminan conformado una historia de amor realmente bonita, lenta, verdadera y muy dulce.

Los personajes están muy bien construidos, porque son una completa antítesis el uno del otro:

Heather, por ejemplo, es un personaje muy típico en este tipo de novelas: dulce, inocente, asustadiza pero muy inteligente. Evidentemente, todos estos rasgos se acentúan muchísimo tras el intento de violación, y será su evolución a lo largo del libro lo que mantendrá a muchas lectoras enganchadas.

Brandon, por el contrario, es típico a la vez que diferente. Es arrogante, atractivo y, curiosamente, muy paciente y considerado. Este es otro de los puntos clave de la historia, porque gracias a su enorme paciencia y sentido del honor, la relación irá avanzando poco a poco.

Hay muchos otros personajes, por supuesto, pero no cobran tanta importancia. Quizá, haya que hacer mención a dos de ellos, ya que el final se guía de su mano. Estamos hablando de Louise, ex prometida de Brandon, y Thomas Hint, ayudande de William. Estos dos personajes, a pesar de aparecer poco, sin decisivos, y pondrán a prueba vuestra paciencia.

En definitiva, es una novela con la que he disfrutado enormemente, hasta el punto de quedarme hasta las tantas para saber qué pasaba. ¡Muy recomendable!

Escena favorita:

Bueno... la verdad es que tengo varias, pero si he de quedarme con una, me quedo cuando Heather enferma en el barco y Brandon se queda seis días a su lado, sin moverse. Simplemente, enternecedor.

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