domingo, 30 de agosto de 2015

Reseña: El temor de un hombre sabio (Patrick Rothfuss)

El temor de un hombre sabio





«Todo hombre sabio teme tres cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre amable.»

El hombre había desaparecido. El mito no. Músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, trotamundos, héroe y asesino, Kvothe había borrado su rastro. Y ni siquiera ahora que le han encontrado, ni siquiera ni siquiera ahora que le han encontrado, ni siquiera ahora que las tinieblas invaden los rincones del mundo, está dispuesto a regresar. Pero su historia prosigue, la aventura continúa, y Kvothe seguirá contándola para revelar la verdad tras la leyenda.


Mi opinión:


Qué grande es el señor Rothfuss. Y casi con esto podría dar por terminada esta reseña, pero... creo que, esta vez, voy a expandirme un poco más.
Lo cierto es que, tras "El nombre del viento" no esperaba que la continuación mejorara tanto. Como suele pasar en este tipo de libros, el inicio es apoteósico pero, conforme caen las páginas, la historia degenera y se pierde.
Sin embargo, no es el caso.
La historia de Kvothe inicia el segundo día y Cronista, toma nota de todo lo que el posadero cuenta. Desde sus problemas económicos en la universidad, y todo el caos que eso conlleva, al viaje que realiza en busca de un mecenas. También nos hablará, por fin, de su encuentro con Felurian y volveremos a encontrar señales de los Chandrian. Incluso nos enamoraremos da la cultura Adem y de la estancia de Kvothe allí. Todo ello sin excluir partes de la singular Auri o de la esquiva Denna. Incluso veremos una historia de amor que no esperábamos.
A grandes rasgos, es lo que se puede decir de la sinopsis. Es casi imposible resumir todo lo que ocurre a los largo de esta mil doscientas páginas, pero sí se puede decir lo maravillas y completas que son.


"La madera era de color café oscuro, o de tierra recién removida. La curva de la caja era perfecta, como las caderas de una mujer. Era eco sordo y rasgueo cantarín. Mi laúd. Mi alma tangible."


Con esta trilogía, muchas personas han encontrado en la fantasía, el elemento que, desde hace un tiempo, faltaba en el género. Aquí, encontramos de todo, desde lo atrayente de un personaje aparentemente solitario, que no tiene nada desde el principio y que lucha por encontrarlo, al héroe típico al que todo le sale bien.
Sí, Kvothe es así.
Y precisamente es gracias a estas virtudes, o defectos, según como se mire, que Kvothe se torna en un personaje casi real.
La verdad es que Rothfuss tiene una habilidad increíble para la creación de personajes y no es nada difícil encariñarte con ellos. Este es uno de esos puntos positivos que tiene la trilogía, a un nivel ligeramente por debajo de la estructura del mundo.
Pero, para los fanáticos del libro, eso no es algo que tenga que decir. Para los que no lo han leído: el mundo que crea alrededor de sus personajes es inmenso, complejo, realmente agradable. De buen gusto nos perderíamos en él y como Kvothe, buscaríamos sus historias.



“Una historia es como un fruto seco. Un necio se la traga entera y se atraganta. Otro necio la tira creyendo que no tiene ningún valor. Pero una mujer sabia encuentra la manera de romper la cáscara y comerse el fruto que hay en el interior.”


Centrándonos más en este volumen, he de decir que me ha sorprendido mucho la cantidad de leyendas  y mitos que se pueden incluir en una novela sin resultar pesado. (Aunque, para mi gusto, sí es cierto que, en ocasiones, había demasiadas). También acabé gratamente sorprendida con el funcionamiento de las cosas ya que, en líneas generales, tantos objetos nuevos resultan chocantes pero, como siempre, se explica con tanto detallismo (sin resultar aburrido, por supuesto) que no es complicado imaginártelo.

Y aunque es un libro largo, condenadamente largo, no echas de menos detenerte. La pluma de Rothfuss es mágica e increíble y tiene la capacidad de hacer que sientas la dulzura más intensa (como en los momentos en los que Kvothe toca el laúd) o el asco más visceral (como en la lucha contra los bandidos). Y solo usa palabras, lo que es algo realmente admirable. 

En definitiva, esta segunda entrega de las crónicas del asesino de reyes, ha servido no para apagar los fuegos que encendió con la primera entrega, sino para avivarlos aún más. Las preguntas siguen sin respuesta y los misterios, están aun sumidos en la oscuridad.
¿Qué nos deparará la tercera entrega? ¿Descubriremos por qué Kvothe ya no toca el laúd?

Muy, muy recomendable si te gustó la primera parte y más aún, si te gusta la fantasía. 

Escena favorita: 


Hay tantas, tantísimas, que me resulta muy complicada quedarme solo con una. Sin embargo, me declino un poco por la escena en la que Kvothe toca el laúd y consigue reírse de todos aquellos que creen que entienden de música.

¿Dónde podemos comprarlo?


Prácticamente en cualquier lado, pero como siempre recomiendo amazon. Os llevaré hasta él. ¡Justo aquí

1 comentario:

  1. ¡Hola, bonita!

    Bueno, poco más puedo decir. Rothfuss es muy grande, da gusto leerlo. Antes de empezar El nombre del viento pensaba que en tantas páginas tendría que decaer la historia sí o sí pero nada más lejos de la realidad, lees y te envuelve. Kvothe es para mí el personaje más carismático de lo que he leído hasta ahora, tan héroe y tan, tan humano.
    Mi escena favorita es cuando cree que ha perdido su laúd... Lloré ¿vale? ¡Lloré!
    Por favor, desde aquí un llamamiento al Sr.Rothfuss que seguro que está leyendo esto para que, por favor le ruego, nos honre con el tercer día de la crónica.

    ¡Besos!

    ResponderEliminar